Cada vez son más las Administraciones que recurren a la compra pública alimentaria para fomentar la producción y el consumo de alimentos ecológicos o procedentes de producciones pequeñas y medianas enraizadas en el tejido local. En el caso de los comedores escolares, pueden además convertirse en un espacio privilegiado para impulsar la ecologización de los currículos y las prácticas educativas a través de la universalización de hábitos alimentarios saludables y sostenibles.
Las personas y organizaciones que suscribimos este documento afirmamos que: Somos lo que comemos, y la alimentación forma parte de nuestro aprendizaje. Los comedores colectivos son una pieza clave en la construcción de los sistemas alimentarios locales, siempre que se basen en criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental. En pocos años se ha pasado de consumir alimentos locales, elaborados in situ, a comer productos llegados de cualquier rincón del mundo, con el correspondiente deterioro de calidad. Esto es consecuencia de primar el beneficio empresarial por encima de otras consideraciones. Los productores y el pequeño comercio han perdido su mercado de cercanía. Es necesario cambiar el modelo de gestión de los comedores para favorecer la producción local y apoyar a las pequeñas y medianas empresas. Los comedores son una pieza clave para sensibilizar a las personas como futuras consumidoras y productoras, promover hábitos de alimentación saludab