Cada vez son más las Administraciones que recurren a la compra pública alimentaria para fomentar la producción y el consumo de alimentos ecológicos o procedentes de producciones pequeñas y medianas enraizadas en el tejido local. En el caso de los comedores escolares, pueden además convertirse en un espacio privilegiado para impulsar la ecologización de los currículos y las prácticas educativas a través de la universalización de hábitos alimentarios saludables y sostenibles.
Los días 7 y 8 de junio de 2017 el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) llevó a cabo unas Jornadas de Reflexión sobre la Estrategia de la Producción Ecológica para el período 2017-2020,
Las personas y organizaciones que suscribimos este documento afirmamos que: Somos lo que comemos, y la alimentación forma parte de nuestro aprendizaje. Los comedores colectivos son una pieza clave en la construcción de los sistemas alimentarios locales, siempre que se basen en criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental. En pocos años se ha pasado de consumir alimentos locales, elaborados in situ, a comer productos llegados de cualquier rincón del mundo, con el correspondiente deterioro de calidad. Esto es consecuencia de primar el beneficio empresarial por encima de otras consideraciones. Los productores y el pequeño comercio han perdido su mercado de cercanía. Es necesario cambiar el modelo de gestión de los comedores para favorecer la producción local y apoyar a las pequeñas y medianas empresas. Los comedores son una pieza clave para sensibilizar a las personas como futuras consumidoras y productoras, promover hábitos de alimentación saludab
La contaminación constituye la causa ambiental más importante de enfermedad y muerte prematura en el mundo actual. Se estima que las enfermedades causadas por la contaminación fueron la causa de 9 millones de muertes prematuras en 2015 (un 16% del total de muertes de todo el mundo), es decir, tres veces más muertes que las debidas al sida, la tuberculosis y la malaria juntas, y 15 veces más que las causadas por todas las guerras y otras formas de violencia. En los países más gravemente afectados, las enfermedades asociadas a la contaminación son responsables de más de una de cada cuatro muertes. La contaminación causa la muerte de una manera desproporcionadamente mayor en los individuos pobres y vulnerables.