La edición de este año de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo hace un seguimiento de los progresos realizados para garantizar el acceso a los alimentos para todos (Meta 2.1 relativa a los ODS) y la erradicación de todas las formas de malnutrición (Meta 2.2 de los ODS). Por primera vez, ofrece dos indicadores de inseguridad alimentaria. El indicador tradicional de la FAO sobre el alcance del hambre, la prevalencia de la subalimentación, se complementa con la prevalencia de la inseguridad alimentaria grave, que se calcula a partir de los datos recopilados en personas adultas en todo el mundo utilizando la escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES). Esta escala es una nueva herramienta que se basa en entrevistas directas para medir la capacidad de las personas de acceder a los alimentos. Además, el informe analiza las tendencias de seis indicadores nutricionales: anemia en mujeres en edad fértil, desnutrición crónica, desnutrición aguda, sobrepe
Derecho a la diversidad en las formas de producción y la agroecología El enfoque desde la seguridad y soberanía alimentaria ha permitido ampliar la comprensión sobre los factores que contribuyen a la consolidación de una unidad de producción. La agricultura campesina se caracteriza por estar arraigada en el ecosistema; por combinar recursos, la mayor parte de la propia unidad o de sus alrededores; y por estar en permanente proceso de innovación a partir de la experimentación. Estos factores la hacen estable a lo largo del tiempo y resiliente al cambio climático. Al ser únicos, difícilmente se pueden evaluar por métodos estandarizados (Van der Ploeg, 2013), siendo una medida de su estabilidad la formación de nuevas unidades de producción campesinas. El derecho a la diversidad, más que un camino único de desarrollo rural mediante la integración progresiva al mercado, es el derecho a tener diferentes formas de producción, muchas de ellas organizadas en el marco de la agroecología. Debe c